El traje de superheroe es un amuleto, un talismán, un colgante tejido con amor, un compromiso con la red de amor planetario. Se puede transformar en múltiples cosas.Desde un antifaz naricil que además quitar el frío ayuda a liberarse del miedo que es lo que impide amar y también sirve para cuando tenemos quemada la nariz protegernos del sol.
Se puede convertir en un parche pirata, un cubre-puntas de orejas, un cuerno de unicornio, una bolsita o un recoge barba trenzada…
Hace tiempo escribí esta carta a la niñez inspirada en este supertraje…
Querida niñez!!!
Tú que resides en toda la humanidad, quiero ayudArte a germinar en el corazón de las personas, quiero que comprendas la importancia que tienes en estos momentos de reconstrucción y reaprender para descubrir como cuidarnos y sacar nuestro Arte y poder creador…
Quiero enseñarte este colgante que representa la red de amor planetario, un tejido que sostiene al planeta y empoder-da a las personas que quieren liberarse de las dependencias, salir de lo establecido y sostener los saberes que nos conectan con la naturaleza para proteger la vida y facilitar el aprendizaje libre.
Enredándonos y en red dándonos, enamorándonos de la vida y en amor dándonos a la vida, Tejiendo una vida consciente con los hilos de la armonía, conectando con otras personas, con otras redes, afinándonos y sintonizando con afines en este proceso de despertar. Relacionarse desde el amor incondicional, la alegría, la gratitud, la paz, la solidaridad… es la vibración alimentada desde el sentir de que somos. Y su opuesta es el miedo, ese miedo que genera codicia, envidia, competencia, separación, enfermedad…alimentado por el ego y el individualismo.
Aademás de un amuleto es un traje de superheroe que cuando me lo pongo conecto con el amor y me libera del miedo así puedo hacer lo que quiero invitando a deslimitarnos, contagiando alegría e ilusión ayudando a eliminar el miedo que otras personas puedan sentir… me permite ponerme en un punto más gracioso, con más gracia, agraciado sin estar por encima despareciendo las jerarquias porque todas las personas somos artistas.
Este antifaz naricil, comienza liberándonos de la vergüenza, para despojarnos de la apariencia y entregarnos a la diversión regresando a la infancia, la inocencia, sin juicios, sin pretensiones… entrar en la consciencia de quien quiere alegrar, sorprender, desconectar…
Quiero que con ayuda de este traje de empoderacierto, se liberen las personas y descubran en su interior su esencia creativa, aceptándose, amándose y potenciando su imaginación, su fantasía, su naturalidad y que esa entrega al amor sea un acto de rebeldía, una forma de escapar de la cotidianidad para desempolvar lo que somos y desprendernos de lo que se quiere que seamos o lo que se dice que hay que ser.
Y sobre todo nos sirva para invitar a la humanidad a la fiesta de la locura del graciASAmor, el amor con gracias y las gracias con amor, la locura que todo lo cura, aceptando nuestro poder y nuestra magia donde jugar, cantar, bailar y hacer el amor en todos los actos de la vida, tomando consciencia de la presencia de nuestra esencia en el aquí y el ahora.