¿Por qué germinar?
En el proceso germinativo la semilla desarrolla toda su potencialidad y vitalidad guardada, desarrollando la energía que guarda latente a la espera de agua.
Por lo que las proteínas se disocian en aminoácidos , los carbohidratos complejos se dividen en azucares simples, aumentan las vitaminas y carotenos, así como que absorben los minerales inorgánicos del agua y los transforman en orgánicos.
Podemos sintetizar que: alcalinizan el cuerpo, regeneran la sangre, regulan la función intestinal, tonifican el sistema nervioso, modulan el colesterol, desintoxican, combaten los efectos de raquitismo, escorbuto, anemia, descalcificación, diabetes, problemas de piel, oxidación, tumores, etc.
Los germinados son ricos en vitaminas, especialmente en vitamina A, B, C, E y K,
minerales, aminoácidos, enzimas, oligoelementos, clorofila y otras sustancias biológicas activas.
La mejor forma para mantener sus propiedades es tomárselos crudos pero se pueden rehogar, cocer o incluso freir siempre que no sean oleaginosas